Las mujeres nacemos para hacernos cargo de los otros, sean esos otros hijos, marido, hermanos, padres, y en ese hacer nos olvidamos de nosotras mismas, los mandatos sociales operan desde dos sentidos pero ambos apuntan en contra nuestra.
Por un lado Ser lo que los demás quieren que seamos, buenas en todo, buenas madres, buenas esposas, buenas hijas, lindas, seductoras, pero también recatadas, que brindemos una buena imagen para que los demás se sientan orgullosos de nosotras.
Por el otro que estemos al tanto de todo, y ese todo tiene que ver fundamental mente con el CUIDADO y lo AFECTIVO, si algo le pasa a nuestros hijos lo primero que se preguntaran es donde estaba su madre???? Pocas veces se preguntara por el padre.
Cada una de nosotras tiene, de alguna manera, una reflexión de lo que es vivir, una idea de cómo queremos vivir nuestra vida. Tenemos una fantasía, tenemos una propuesta por dónde transitar, por dónde diseñar nuestra vida. Es importante entender que cuando una nace la proposición es vivir la vida, tener una buena vida. En ningún caso la proposición es venir a sufrir a este valle de lágrimas (nadie se atrevería adecirle a una niña de 5 años que la propuesta es que venga a sufrir). (Margarita Pizzano)
Como mujeres debemos ocuparnos, y dejar de preocuparnos, ocuparnos de nosotras mismas y ocuparnos de quienes realmente nos importa sabiendo que es imposible hacerlo solas, que no tenemos porque ser buenas para todos porque nadie lo es ,y que sola no podemos, Reconocer nuestros propios limites es la primera condición para ocuparnos de nosotras y de los que amamos, pero en eso no se nos debe ir la vida, nuestra vida, la que solo depende de nuestra construcción.
Alejandra Suarez
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